jueves, 13 de diciembre de 2012

Walt Disney

Se derrumba otro mito. Uno más en la historia de la humanidad.

Walt Disney (1901-1966) no está criogenizado. Su cadáver fue incinerado y sus cenizas descansan en el cementerio de Glendale, al norte de los Ángeles. El gran creador de sueños, el arquitecto de un vasto imperio fantástico alzado sobre la base de un diminuto ratonzuelo, no es de origen español. Sus raíces no están en Mojácar. Nació en Chicago, hijo de un matrimonio de emigrantes normandos.

De un plumazo el escritor estadounidense de origen austríaco Peter Stephan Jungk (Santa Mónica, 1952) derriba dos leyendas urbanas en torno a uno de los paradigmas del sueño americano en el siglo XX y un ser bastante más oscuro y siniestro de lo que dice su luminosa leyenda.

Creador del imperio Disney, una de las grandes factorías de ilusiones, el negocio sigue arrojando jugosos dividendos muchos años después de la desaparición de su creador. Jungk es el autor de 'El americano perfecto', revisión novelada y crítica de los últimos meses de un imperfecto Disney que publica en España el sello 'Turner' y que es la base de la ópera homónima que ultima Philip Glass. Llegará el próximo 22 enero al Teatro Real en estreno mundial y en una coproducción con la londinense English National Opera, donde se verá en junio de 2013.

6 comentarios:

Juan Carlos dijo...

Al final todos los mitos acaban cayendo por su propio peso.
Salu2

Anónimo dijo...

¡Vaya por Dios, entonces yo sí que me he creído la leyenda urbana de que era un congelado más famoso que nuestro CAPITÁN PESCANOVA!

Stultifer dijo...

JUAN CARLOS
Desde que vi El libro de la selva se me derrumbó el mito.

OGG
Pudiera ser que alguien te dijera lo contrario afirmando que lo habían visto. Si por mentir...

Roberto T dijo...

Lo de que estaba criogenizado nunca se confirmó, pero creo que la empresa Alcor tampoco lo desmintió, así que la leyenda estaba servida. También se habla de unos americanos que fueron a Mojácar a consultar el archivo municipal y se llevaron el registro de nacimiento de Walt Disney, de hecho, parece ser que no existen los registros de esa fecha en el archivo. Leyendas, leyendas... Y ese Walter de la lápida podría ser otro Walter. No sé, Stultifer, ya no sé qué creerme al respecto. Tampoco entendí por qué Goofy hablaba y vestía como un humano y Pluto llevaba collar y sólo sabía ladrar, siendo los dos perros, jeje. En todo caso, ya se ve que las leyendas salen siempre muy rentables. Un abrazo.

Stultifer dijo...

ROBERTO T
Y aún saldrán más leyendas. Para eso estamos los humanos: inventar y creer.

Uno dijo...

Qué horror. Yo si fuera de Almería lo mismo me arriesgaba a ver la opera esa.
Estan viniendo muchas compañías inglesas a hacer cosas a Spain.Deben tener los presupuestos tan criogenizados como los nuestros.