Estaré siempre dispuesto a pelarte una mandarina, pero tú tienes que mostrar un mínimo interés por la amistad. La segunda parte de la frase se perdió en el bullicio de la fiesta de carnaval del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Pasó el tiempo y ocurrió que pidieron a gritos una mandarina pelada. La respuesta que obtuvieron fue diferente a lo esperado.
¿Tienes respuestas desafortunadas?