Siempre pensé que un tren no podá subir escaleras. ¡Cuán equivocado estaba! He aquí la respuesta en esta antigua y abandonada mina de sal. Ahora sé que todos somos capaces de hacer lo que nos proponemos. Es cuestión de planificación y decisión, como díría el Bucay.
El blog del día: El arte de dejar las cosas a medias
8 comentarios:
Pues yo no me voy a poner detrás del tren, no fuera que....
dejara de subir y cambiara de dirección.
Saludos El Príncipe.
Curiosa escalera.
Príncipe, me has quitado las palabras de la boca... curiosa escalera, iba a decir, como curioso es que me encuentre en menos de diez minutos con el señor Bucay, al que no tenía el gusto de conocer. Qué ignorante me estoy sintiendo, por dior!
Si, pero, da la pinta de ser poco fiable. Todo se puede solucionar, pero hay unas mejores y otras peores.
el príncipe
Creo que empujaban los vagones para que subiera. Ojo con los pisotones.
Bira
Lo mejor de la vida es no llegar a conocer a Bucay, con el que para nada me siento identificado, ni me gusta lo que escribe ni cómo lo escribe.
javi
Menos mal que está abandonada... Pinta de recién inaugurada no tiene, eso es verdad.
Leyendo el título, sin ver la foto, me imaginaba la vía llevada de escalón en escalón, y a los pobres ferroviarios doblando los raíles por el capricho del ingeniero. Estaba equivocado, jeje. Y la foto me parece preciosa. Tuya?
Citando a Bucay...aighhhhh!
Pronto...serie de escaleras marroquíes, no?
shysh
¿Y las ruedas cuadradas? Pues las hay, y son para eso, para subir escalones.
jaime noguera
Espero que me las mandes, claro. Las esacaleras.
cari, a mi me gustaría ver el tren que sube por esas escaleras, eh! Todos somos capaces de hacer lo que nos proponemos, pero...lo que nos proponemos vale la pena siempre y el esuferzo es gratificante?
Ahora tengo alguna duda..., jaja
Bezos.
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