sábado, 28 de junio de 2008

Torres más altas cayeron (IV)

Ascendamos para la oración. Esta mezquita se restauró por expreso deseo del rey alauita ya que un viernes entró a rezar en ella y la vió deteriorada. El máximo representante y descendiente directo del Profeta es la voz que todos escuchan.

Ascendemos para la defensa a la torre de las cinco ventanas descolocadas y abiertas en el muro con posterioridad a su construcción, quizá para dar luz a la propia escalera de ascenso interior. En los laterales, chilabas baratas, baratas. Bueno, bueno, bonito, bonito.

Guardemos el alimento en la torre y subamos a controlar las existencias. Tiempo de siega en junio. Campos llenos de espigas, grano y paja a repartir en graneros y pajares; en este caso, de piedra. ¿En ojo ajeno?

Tapada por la vegetación al no tener uso, la escalera pierde su nombre, incluso en el descansillo tras los cinco primeros escalones. La torre queda vacía, hueca. Deja de ser torre. ¿Cuándo nosotros dejamos de ser nosotros mismos?

Fotografías: Mezquita de Xefxauen; torre de defensa en la medina de Xefxauen; granero en la carretera de Martil. Torre de Martil.

El blog del día: Imantando los días

11 comentarios:

Virginia R. Santos dijo...

Al habla imantando días desde otra identidad, pues a los de blogia no nos dejan escribir por aquí jeje.

Muchísimas gracias! Poco puedo decir salvo que me encantaría colgar el premio (si supiera como).
Si pudieras darme alguna indicación te lo agradecería, muchísimas gracias.
http://imantandodias.blogia.com

Stultifer dijo...

sacodearena
Como eres infinita, te multiplicas y estás presente siempre. Saludos

BIRA dijo...

Estoy disfrutando de tu viaje tanto como tú!! O más, que yo no tengo compañera molesta-toca-pelotas-de-los-cojones.

Estás más tranquilo?

Me ha encantado la reflexión final y daría para pensar una vida: Cuándo nosotros dejamos de ser nosotros mismos?

Un besazo!

Anónimo dijo...

Buenos días!!! Cacho viaje te estás pegando!!! Completamente feliz con la infinidad de escaleras que estás descubriendo en ese pais exótico.
Un abrazo.

BIRA dijo...

Te he dejado una "cosita" en mi blog.

Besos.

Denis Fernández dijo...

Buenas, gracias por el halago del otro día.
En respuesta a tu pregunta, dejamos de ser nosotros mismos cuando aparentamos ser otro. Cuando imitamos actitudes, cuando creemos que por mirar tal película o leer tal libro o ponernos tal vestimenta, nos vamos a parecer a tal persona.

Seguir los parámetros de la moda también hace que dejemos de ser nosotros mismos.

Saludos!

Stultifer dijo...

bira
Redescubrir un país a través de sus escaleras te da opción a verlo desde diferentes alturas. Ocurre igual con la vegetación, los puentes, los sombreros de sus habitantes o el tipo de calzado.

javi
Incluso en los momentos de relajación y meditación, que son muchos, se descubren pequeños detalles. No es tan exótico como puede parecer. Demasiado igual a éste.

denis fernández
Ahora mismo me voy a desprender de mi ropa y de mi decoración y de mis marcas alimenticias... para no parecerme a nadie y ser yo mismo. ¡Es tan difícil!

Stultifer dijo...

denis fernández
No puedo entrar en tu blog. O es muy grande y se paraliza o tiene algo no compatible con mi ordenador. El caso es que cada vez que lo intento se me bloquea. :(

BIRA dijo...

A mí me sucede lo mismo cuando voy a La Tinta: se paraliza todo y tengo que cerrar ventanas (cuando me deja) como si estuviera en plena tormenta...

Thiago dijo...

Olasssssss, cari,vuelvo al comentarismo después de un finde de playa, jaja.

Bueno, bonitas torres y escaleras y profundas preguntas... Yo sin embargo creo que nunca dejamos de ser nosotros mismos ¿cómo podríamos? aunque engañemos a alguien alguna vez, podemos engañar a nuestra conciencia? no creo.

Bezos.

Stultifer dijo...

Thiago
Sin querer hay veces que todos engañamos a nuestra conciencia. Por ejemplo, con una maldad.