Ni carne ni pescado, ni pera ni manzana, ni playa ni montaña, ni bolígrafo ni pluma. Así son las escaleras bisexuales: mitad escalones y mitad rampa. Al final no son ni escaleras ni rampas. Quieren satisfacer a todos y lo único que consiguen es disminuir su perspectiva, su amplitud, su uso... Es el devenir de la escalera.
Yo antes era una escalera de doce peldaños por donde subían y bajaban, se sentaban y esperaban, saltaban y jugaban las gentes del lugar. Nunca fui rampa, porque la vida no está hecha para las rampas: ¿cómo colocaríamos macetas con flores sin que cayeran rodando? Ahora dudo de mi realidad, de mi virtualidad, de mi género y de mi número, de mi extensión en el espacio forzosa y de esa frontera abarandillada que media cual muro de la vergüenza. Para arreglarlo, me han colocado un arco del que me fio bastante poco.
¡Libertad para la escalera común!
Lugar: Moclinejo (Málaga). Fecha: Lunes 7 abril 2008.
El blog del día: La taberna del mar
- Cuando estamos solos,
luchando con la noche,
te digo dos palabras que suenan
a pasillos de mármol,
a escaleras por las que, goteante,
se derrama un líquido algo espeso,
como sangre.
4 comentarios:
joder, con perdón, pues muchísimas gracias
no sabeis la ilusión que me hace
beeeeesos
Pues no había pensado yo en esto de las escaleras bisexuales, es verdad que ahora a muchas las están "transformando" a esta nueva forma, pobrecillas, jajajaja
Saludos
josé l. serrano
Es siempre un placer investigar a las minorías y descubrir blogs tan interesantes como el vuestro, y usarlo para mejorar el propio.
Las minorías, en aumento.
camino
Lo que mis ojos han visto en escalones y rampas ha dejado marcado en mi espíritu una cicatriz. ¡Únete al club! Seremos más
Pero las escaleras bisexuales como las versátiles no están tan mal después de todo.. Se pueden poner una macetas que tengan la parte inferior en la pendiente contraria que las rampas y tan "rampantes" jaajajaj
Bezos
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