No es Borgoña. Es Madrid. De la serie Los mejores secretos. En 1782 Carlos III fundó en Aranjuez la Bodega del Real Cortijo para conservar y envejecer los vinos del mismo nombre. Después de una historia muy ajetreada hoy la bodega sigue haciendo lo mismo que entonces. Produce muy pocas botellas (unas 25.000 al año) que sólo pueden disfrutar los socios de un selecto club enológico. Ofrece también la posibilidad de celebrar eventos en sus centenarias cuevas y, ya de paso, catar el vino.
El blog del día: Csar Soto
8 comentarios:
Bella imagen. Un fuerte abrazo.
Qué preciosidad, me imagino cenando a la luz de una vela en esa bodega y derretirme del gusto. Claro que como probablemente te congeles del frío igual eso le quita romanticismo al asunto :P
Una copita de buen vino sí que me tomaba.... contigo.No hace falta de sea un caldo tan regio y señoreado. Eso sí, brindo por tu buen olfato e intuición en cuanto a descubrirnos nuevos espacios. Acertada elección como blog del día a "la foto salió movida"... me ha encantado.
Acudiste a todas las inaguraciones? ajjajjaj
Preciosas escaleras...¡para perderse! y el parque del Capricho, seguro que me gustaría visitarlo. Me encanta todo lo aristocrático por aquel punto de romanticismo que tiene.
¡Como iba yo a disfrutar ahí! Aunque no es el Borgoña mi vino preferido.
Saludos
EMEJOTA - Genial lugar.
Z - No todo es romanticismo en la vida. Díselo a la señora que limpia esas escaleras y ya verás...
DELIO - Ya voy abriéndola. Las inauguraciones son elfin de semana que viene y no voy a ir a ninguna.
LAKACEROLA - Muy caprichosa te has levantado hoy.
DISSORTAT - Puedes llevarte el vino que te guste a las bodegas y compartir.
Las conozco... Aranjuez ha sido una de las ciudades esenciales de mi vida.
Una maravilla de ciudad, de jardines, de palacios y de bodegas...
Besos!
Es decir... que ahí no hay cartones del Don Simón.
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