miércoles, 11 de abril de 2012

El entierro del Conde de Orgaz

Evidentemente, esta entrada va dedicada. He visitado este cuadro en un par de ocasiones y espero volver a disfrutar de sus líneas muy pronto.


El Entierro del Conde de Orgaz, es considerada por muchos como la obra maestra de El Greco, expuesta en la iglesia de Santo Tomé en Toledo, emplazamiento original para el que fue pintado dicho cuadro.

El origen del cuadro
Esta obra le fue encargada en 1586 por Andrés Núñez de Madrid, párroco de Santo Tomé, el cual pertenecía al círculo del alto clero que frecuentaba El Greco, su fin era de perpetuar la leyenda de que cierto piadoso caballero del sigloo XVI, D. Gonzalo Ruiz, notario mayor de Castilla y señor de la villa de Orgaz, que había sufragado los gastos de reedificación de la iglesia de Santo Tomé, a su muerte en el año 1323 fue milagrosamente enterrado por los Santos Agustín y Esteban en una de las capillas del templo.

Con esta obra el párroco de Santo Tomé, pretendía conmemorar su triunfo en un pleito mantenido contra la villa de Orgaz, por el pago de un dinero establecido por El Conde de Orgaz a la parroquia de Santo Tomé.
Todo esto consta explicado en la larga inscripción en latín y castellano en una lápida colocada bajo el cuadro.

Más detalles aquí

8 comentarios:

Didac Valmon dijo...

uno de mis cuadros preferidos...sin duda, una majestuosidad irrepetible e incomparable.

Stultifer dijo...

DIDAC
Lo de "irrepetible" es relativo. No veas el negocio que hay con las reproducciones en tela, papel, pañuelos, postales...

Juan Carlos dijo...

Un cuadro magnífico. Casi tenebrista hasta que se fija uno y ve el uso del color.
Salu2

Stultifer dijo...

JUAN CARLOS
Lo mejor es visitarlo apartando a los japoneses invasores.

Bruto dijo...

Yo lo he visto. Muchas veces. Y muchas también lo he explicado. Cuando quieras te lo enseño... Y te lo explico.

Uno dijo...

Pues yo en mi entierro no quiero tantos curas

Stultifer dijo...

BRUTO
Si puedo escoger, prefiero ver contigo "El fusilamiento de Torrijos" y acompañarte luego a ver el monolito con sus restos.

Anónimo dijo...

Mi profesor de historia del arte nos insistía en que el verdadero cuadro eran los bordados de las casullas de los santos, que independeientemente, parecían casi un retablo por la minuciosidad de sus detalles...