
Estamos de vacaciones. Volvemos el 2010

Nos vamos de vacaciones. Felices fiestas de invierno a todos.


















Hay una web de urbanistas donde han colocado toda una colección de escaleras. Hablan de los arquitectos, de las diferentes formas, de las posibilidades. Un estudio muy interesante.
No hay nada como ponerse a pensar estando desocupado para lograr crear elementos como los de estas imágenes.
1 Título que le pondría a este año 2009: Desilusionante. Un año más soso que la hoja de la morera.
Que nadie se lleve las manos a la cabeza. La frase "Vámonos de putas" es ancestral, no tiene nada que ver con el feminismo o el machismo o la blenorragia. De siempre algunos tíos se "han ido de putas". Por lo menos eso ocurría en el Bulevar del Papagayo en A Coruña hace tiempo. Mucho antes de que edificaran un bonito centro comercial.
Aunque si leemos en el blog de María Sexto nos encontramos que no todo son "bendiciones y buenas acciones". María Habla de que están vendiendo humo...
Círculo de Bellas Artes de Madrid

Cada vez que subía a la plataforma notaba un hormigueo en las piernas y mariposas en el estómago. Solo podía sentarse en el borde y dejaba los pies colgando. Jamás se lanzó al vacío. Le gustaba mirar al horizonte desde lo más alto; le gustaba mirar hacia abajo para ver todo muy pequeño, pero todo quedaba allí. La dificultad venía cuando tenía que bajar. Miedo. Mucho miedo.
Hace unos días le concedimos a Alfredo, a su blog, el prestigioso galardón del Stultifer de Oro. Raudo y veloz nos devolvió una escalera con una historia, donde nos cuenta cómo ha sido su primera vez...
La etiqueta es lo que predomina. A mí, las etiquetas que más me gustan son aquellas que se colocan pegadas con cinta adhesiva en los productos y se han hecho con rotulador gordo como para que se vea que el producto que se vende cuesta 3,45 euros. Todo un toque de delicadeza.
Acaríciale detrás de las orejas y en la garganta. Notarás cómo empieza a hacer un sonidito de comodidad y de placer. A mi gato le gusta. ¿Y a estas escaleras de gato también?
Ese es el precio que pagó una familia en Inglaterra para adquirir una iglesia. Añadieron 300.000 libras más para hacer reformas y la convirtieron en un loft de dos plantas.
Ella, una de las propietarias, no se disgusta al hacerse la fotografía, con la melena suelta sobre el hombro, colocando unas copas de vino porque esperan invitados.