Nuestro amigo
Catevario no deja de sorprendernos desde Perú.
Esta vez con un reportaje fotográfico de recuerdos...
Recuerdos que hay de difuntos fallecidos en las carreteras. Por lo visto, al igual que en España suele ser costumbre colocar una corona o una cruz de flores en el lugar donde se ha producido un accidente, en Sudamérica es costumbre edificar una pequeña casita cercana a la carretera para mantener viva la memoria.
Catevario lo contaba así: "
Algo que de chico siempre me llamo la atencion fue la presencia de unas casitas hechas de material noble a los lados de las carreteras. Cuando pregunté por esto a mis padres me respondieron que era una costumbre traída de la sierra: cuando un familiar muere en la carretera construyen esas casitas justo al lado de donde murió y hasta le llevan flores..."
Ni que decir tiene, lo agradecidos que estamos de poder mostrar algo que hasta ahora era desconocido para muchos.
Prosigue Catevario: "
Todo este verano, por motivos de trabajo, me la he pasado viajando al sur de Lima; para esto he tenido que recorrer infinidad de veces la "carretera panamericana sur". Tambien he visto estas casitas desperdigadas a lo largo de la carretera. Me pareció algo curioso porque no sé si existirá alguna costumbre similar el algún otro país. Por eso, aprovechando que ayer tuve que volver a viajar, fotografié todas las casitas que pude".
Nos sorprende ver que en terrenos desérticos, en líneas rectas, sin exceso de obstáculos, también se producen accidentes mortales.
En el Perú, la Carretera Panamericana recorre toda la Costa (10 departamentos) y está totalmente asfaltada, apreciándose paisajes desérticos y valles agrícolas, con algunos tramos muy cerca de la orilla del mar. Se inicia en la frontera con Ecuador en el poblado de La Tina (departamento de Piura), muy cerca al poblado ecuatoriano de Macará.
La vía Panamericana, que es de dos carriles (uno de ida y otro de vuelta) prácticamente se convierte en una gran autopista al atravesar la ciudad de Lima con tres carriles a cada lado y hasta cuatro en algunos sectores, conectando las zonas norte, centro y sur de la metrópoli. La extensión de la autopista llega por el norte desde Lima hasta la ciudad de Huacho y actualmente se construye su ampliación hasta el poblado de Pativilca.
Por la Carretera Panamericana Sur se desarrollan carreras de vehículos de alta potencia, debidamente reguladas. Un ejemplo es el París Dakar, que transcurre por uno de esos tramos.
Aquí, unas fotos.
La Policía Nacional de Perú y la organización del Rally Dakar 2013 controlaron un plan estratégico para concienciar a la gente y evitar accidentes. A lo largo de 1.096 kilómetros de carretera serán desplazados 15.427 efectivos, 531 patrulleros y dos helicópteros. En la caravana participaron unas 3.000 personas de 53 nacionalidades en 927 vehículos distribuidos en 427 de competencia (228 motos-cuatrimotos, 140 camionetas y 59 camiones). También recorrieron la ruta 280 vehículos de asistencia y otros 220 de organización (logística, prensa, médico).
En su trayecto, la Carretera Panamericana conecta los países de Canadá, Estados Unidos, México, América Central y América del Sur pero más allá de su nombre genérico “Ruta Panamericana”, no se trata de una única ruta sino de un conjunto de ellas, una red de carreteras interconectadas que unen los continentes de formas diversas: En toda su longitud la ruta se ensancha, se angosta, se hace de tierra, atraviesa pueblos perdidos o grandes ciudades.
La sección de América del Sur atraviesa las cordilleras de Venezuela, Colombia y Ecuador antes de llegar a la costa del Pacífico en el Perú.
Desde allí corre hacia el sur, a través del desierto y hasta el centro de Chile en donde se vuelve hacia el este, cruza los Andes hacia Argentina y continúa hasta el Río de la Plata en la costa atlántica de Argentina. A partir de ahí corre hacia el norte a través de Uruguay y el Brasil. También hay rutas a Bolivia y Paraguay.
La Ruta Panamericana también sigue su camino descendiente en territorio argentino a través del cual utiliza diferentes ramales y rutas nacionales para alcanzar la Patagonia, en donde concluye en la ciudad de Ushuaia en la provincia de Tierra del Fuego.
Ni que decir tiene que, aparentemente, aquí se accidentó un autobús.
Precaución al volantee.