lunes, 26 de julio de 2010

Gozo


Le gustaban las rampas por su fácil deslizamiento. Su comodidad. Para él, la escalera era lo más absurdo que el hombre había inventado desde que agotara su imaginación tras descubrir las tres mejores cosas útiles para la humanidad, a saber: la rueda, la lavadora y el taxi. El invento de la escalera solo era un entorpecimiento absurdo con ínfulas de superación catártica. Adoraba la rampa que utilizan los deportistas especializados en deslizamiento, como skateboard, freeski, snowboard o BMX, para ejecutar maniobras. Era ver un desnivel y lanzarse al vacío para ocuparlo y gozarlo. esa era la palabra: GOZO. Y las veía sencillas, cercanas, animosas, útiles. Apenas le quedaban sinónimos definitorios. Cuando no estaban las rampas, cerraba los ojos y respiraba profundamente congelando la mente. Para la silla de ruedas eran lo más apropiado.

Blog del día Yuris Nórido

2 comentarios:

theodore dijo...

Qué buen texto. Debería ser una asignatura obligatoria hacer vivir a los niños una vez a la semana como alguien con discapacidad (ciego, sordo, paralítico, todas). Sé que hacen a veces talleres y cosas así relacionadas con ello, pero debería ser algo obligatorio. El día de mañana (o pasado) toda la sociedad habría crecido concienciada con lo difícil que lo tienen y lo poco que hacemos por ellos, desde el político al planificar, hasta el ciudadano al aparcar.

Stultifer dijo...

THEODORE - Quizá tienes razón, pero ningún colegio tiene presupuesto para esa actividad. En muchos países esconden a las personas discapacitadas, como se hacía antes en España, que no se permitía que aparecieran en pantalla de televisión niños deficientes. Es toda una vida de educación.