jueves, 4 de octubre de 2012
Abandono de ataúdes
Ataúdes en mitad del cementerio. Esa es la imagen que se encuentra al entrar en el campo santo de Alpadeire, Málaga, lo que ha provocado quejas y malestar por parte de algunos de sus vecinos.
Los vecinos aseguran haber tomado la decisión de denunciar tras comprobar que el equipo de gobierno municipal no ha dado respuesta a las quejas planteadas en los plenos celebrados en la localidad, en referencia a la presencia de ataúdes usados para sepultura de diversas personas. Entre los que permanecen abandonados en el patio del cementerio se encuentra el perteneciente a la madre de una de las concejalas denunciantes, María Dolores Bullón. Además, denuncian que los restos de los ferétros se encuentran mezclados con escombros y otros restos procedentes del propio cementerio.
Los denunciantes aseguran que ante las quejas realizadas han recibido una respuesta “variopinta” por parte del alcalde del municipio, Gabriel Jiménez. Entre ellas se habría argumentado que está prohibida la quema de los mismos o que el sepulturero municipal se encuentra de vacaciones.
Lejos de los argumentos esgrimidos para la no eliminación de los ataúdes, los ediles consideran “insostenible” la situación que se está produciendo, al tiempo que considera que “no está justificada”, por lo que han pedido un almacenamiento “más discreto” para unos residuos que tienen una evidente carga de emotividad para los familiares de las personas que fueron enterradas con ellos.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Hasta donde llega la crisis.
He visto quemar restos de féretros viejos en un cementerio y no veo por qué no pueden hacerlo ahí. La visión de un ataúd en sí ya me resulta bastante desagradable (no los cementerios o los difuntos), así que encontrarme un ataúd "tirado" me iba a provocar soltar un aluvión de tacos por la bocar, eso sí, en voz baja para no molestar a los difuntos.
Entiendo que el ayuntamiento es un poco dejado en esto que cuentas, pero si yo tuviera, por ejemplo, el ex-ataud de mi padre rodando por ahí, me lo llevaría yo mismo, aunque fuera de recuerdo, o quemarlo en la intimidad, o repartir astillitas esntre mis allegados (cual FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE, nunca mejor dicho) pero nunca lo dejaría yo tirado por ahí...
Eso es que no eran de buena madera.
Publicar un comentario