IVAN FEDERICO - Leí a Kavafis con 18 años y aún recuerdo quién me regaló el libro: era el propietario del bar Índalo, que había en La Latina. Se llamaba Andrés. Me gustó. El libro y Andrés. A Ángel González le conocí directamente pocos años antes de su muerte en una celebración que se organizó en mi ciudad y nos contó parte de la esencia de su escritura. A Aleixandre, pues le tengo menos visto por mi casa. No me queda tanta agenda como para compartirla. Ahora viene mi pregunta: ¿Qué tiene que ver todo esto que me cuentas y que yo te cuento, sin conocerte de nada, con las diferencias de las dos imágenes de la entrada "Cambios"?
ALVARO - Efectivamente la palabra Querétaro sigue pareciéndome la denominación de la garrapata de las cabras. Me gusta mucho más la palabra mandarina o noray.
¿Y quienes limpiaron la paellera, los de VILLARRIBA o los de VILLABAJO? Aunque ya no lo harían con FAIRY, sino con la marca blanca de lavavajillas de cualquier supermercado, que no está la crisis ni para ser pijos en el fregaplatos...
Como soy tan cuadriculada, había pensado que la primera imagen era "antes" y la segunda, "después", es decir, que la primera es del año pasado al final del fiestorro paellero y la segunda de este año, en pleno cocimiento. He tenido que leer los comentarios para entender que no tenía porqué ser así. ¿Me estoy haciendo mayor o siempre habré sido así?
Me he fijado en la foto en la que está haciéndose la paella y los espectadores parecen estar absortos contemplándola. Yo también me quedaría con esa expresión, y más si la estuviera oliendo. Hay fotos tan expresivas a veces que parece que también huelen. Me ha entrado hasta hambre (jajaja). Besos.
ROBERT - Y tiene su truco. Empiezan a hacer el sofrito de la paella a las 15:00 horas, momento en que todo el mundo empieza a ensalivar y le entran unas terribles ganas de comer. Se aprecian menos los fallos y el resultado es que se acaba con todo el contenido. Y ver cómo se hace es sorprendente.
12 comentarios:
Así que ueretaro no te gusto ná de ná y las escaleras queretanas te gustaron?
IVAN FEDERICO - Leí a Kavafis con 18 años y aún recuerdo quién me regaló el libro: era el propietario del bar Índalo, que había en La Latina. Se llamaba Andrés. Me gustó. El libro y Andrés. A Ángel González le conocí directamente pocos años antes de su muerte en una celebración que se organizó en mi ciudad y nos contó parte de la esencia de su escritura. A Aleixandre, pues le tengo menos visto por mi casa. No me queda tanta agenda como para compartirla. Ahora viene mi pregunta: ¿Qué tiene que ver todo esto que me cuentas y que yo te cuento, sin conocerte de nada, con las diferencias de las dos imágenes de la entrada "Cambios"?
ALVARO - Efectivamente la palabra Querétaro sigue pareciéndome la denominación de la garrapata de las cabras. Me gusta mucho más la palabra mandarina o noray.
¿Y quienes limpiaron la paellera, los de VILLARRIBA o los de VILLABAJO? Aunque ya no lo harían con FAIRY, sino con la marca blanca de lavavajillas de cualquier supermercado, que no está la crisis ni para ser pijos en el fregaplatos...
OGG - Ocurre que en los momentos de limpieza yo he desaparecido de la escena.
Pero para el contenedor de la basura el tiempo no pasa.
Kisses
CHAVY - Los contenedores guardan siempre los secretos por los que no pasa el tiempo.
Como soy tan cuadriculada, había pensado que la primera imagen era "antes" y la segunda, "después", es decir, que la primera es del año pasado al final del fiestorro paellero y la segunda de este año, en pleno cocimiento. He tenido que leer los comentarios para entender que no tenía porqué ser así. ¿Me estoy haciendo mayor o siempre habré sido así?
RONRONIA - El truco es contar los troncos de madera para ver el "antes" y el después". No hacerlo con el perro.
Me he fijado en la foto en la que está haciéndose la paella y los espectadores parecen estar absortos contemplándola. Yo también me quedaría con esa expresión, y más si la estuviera oliendo. Hay fotos tan expresivas a veces que parece que también huelen. Me ha entrado hasta hambre (jajaja). Besos.
ROBERT - Y tiene su truco. Empiezan a hacer el sofrito de la paella a las 15:00 horas, momento en que todo el mundo empieza a ensalivar y le entran unas terribles ganas de comer. Se aprecian menos los fallos y el resultado es que se acaba con todo el contenido. Y ver cómo se hace es sorprendente.
Peaso paella te habrás metido entre pecho y espalda.
LAKACEROLA - Con gambas, mejillones, pollo...
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