O más bien, el pueblo cubano. Pertenecen estos zapatos al corrupto ex presidente y entregado en cuerpo y alma al imperio, Tomás Estrada Palma. La embestida popular arremetió en 1959 contra el monumento y sólo le dejaron los zapatos hasta hoy día. Es como si sobre su memoria se hubiera extendido un decreto de rencoroso castigo por haber asumido la primera presidencia de Cuba. Se encuentra en la Avenida G, o Avenida de los Presidentes, junto al Hotel Presidente, y muy cercano al Malecón.
Hemos encontrado, buscando y buscando, cómo era originariamente el monumento. Casi mejor como está en la actualidad.
El blog del día: Modelismo cubano
5 comentarios:
He de reconocer que hasta que no he leído tu explicación final no me lo esperaba, mira, una forma mucho más original de preservar la memoria histórica, que aquí en ESPAÑA el caudillo tendría muchos monumentos de estos, aunque como siempre andaba ecuestre serían "monumentos a los cascos" ¡por los caballos, jejejeje!
A ver que sucede con los grandes monumentos comunistas cuando se desintegre el sistema.
Pues pasara lo que ha pasado siempre y que la sabiduría popular ha recogido en el refrán: "A rey muerto, rey puesto"
Así como la revolución de los Castro acabo mutilando a sus predecesores así harán con sus recuerdos...es la ley de la vida, jejeje.
A mi, particularmente siempre me ha parecido una desmesura lo que han hecho en mi país con la República que les precedió. Lo borraron todo, junto a lo malo lo bueno, de modo que se nos enseño de niños que solo con Fidel Castro se alcanzo la verdadera independencia en Cuba.
Luego, de adulto, supe que en Cuba hubo República antes de la de Castro y que el día 20 de mayo de 1902 se culmina lo que los independentistas en las guerras habían iniciado: la liberación total de Cuba.
Me parece estupendo, se puede hacer un monumento a lo que se quiera...¿por qué no?
OGG - Yo estaría aún por quitar todos los monumentos erigidos a Isabel La Católica. Culpable de todos los males de la humanidad.
ALVARO - Estarán ahí hata que el viento y la arena los disuelva. No es tan sencillo. En los países del Este europeo aún estén los megalíticos monumentos . Y lo que les queda.
PENSADOR - La Historia la escriben los ganadores. Castro, al ganar, reescribió lo que a él le pareció bien. Otro vendrá. Espero que pronto.
Publicar un comentario