Dos manos entrelazadas clamando al cielo sirve de alegoría a la memoria de los que lucharon por la revolución. Era domingo y llovía intermitentemente, lo que puede ser señal para que no haya nadie en las calles.
El fotógrafo se lució en esta instantánea. Quiso enfocar al monumento a Santa Sofia pero se le interpuso un semáforo en el camino. Está representada con cuerpo de oro y una capa negra que cubre su cuerpo. En sus manos lleva una corona de laurel y un búho, como símbolos de la sabiduría. Se encuentra en la plaza Serdica, el mismito centro de la capital búlgara.
Uno de los numerosos monumentos a los libertadores, revolucionarios, padres de la patria, comunistas y recomunistas, es un ejemplo. Hormigón y bronce. Aprovechando los grandes espacios que los rodean, pistas deportivas.
Crece la hierba alrededor de los monumentos, o simplemente dejan que crezca a ver si los llega a tapar. En la actualidad siguen ahí plantados sin intención de retirarlos. Son los restos de un comunismo que no acaba de marcharse.
Y en el paseo, entre monumento mastodóntico y el siguiente, el Starbucks Caffé (al fondo bajo los toldos verdes). Adquisición de recuerdo capitalista en forma de taza de la colección MugCity con el nombre de la ciudad sobre la imagen de la catedral de Alexander Nevsky. Debido a la climatología, Sofia no luce demasiado sus terrazas sino que instala en pasos subterráneos pequeñas tiendas y bares para evitar sorpresas a sus clientes (?) a causa de la lluvia.
Y al fondo de un grandísimo parque en el que se descubrían bustos sobredimensionados de escritores, pensadores, revolucionarios, ministros y mil etcéteras (el parque de las cabezas), un obelisco dedicado al hombre y a la mujer revolucionarios. Hay que acercarse. No puedes quedarte mirado en la lejanía...
Pedazo de "Valle de los Caídos" a pie de parque. No quiero imaginar las escenas vividas allí: discursos, ceremonias, homenajes, soldados... Lo más parecido pudieran ser estas imágenes que captamos en la puerta del edificio de la Presidencia a las 12.00 del mediodía con el cambio de guardia.
Lo que para una época fue le llama encendida del recuerdo debería ser para otra la llama de la verdadera libertad.
Ah. En el Starbucks tomé un Mocca Frappuccino con vainilla. Verdaderamente delicioso.
El blog del día: Papeles de Yesca
9 comentarios:
Cómo me está gustando este reportaje por capítulos de Bulgaria. Enhorabuena.
Y había al menos gente en el Starbucks? Aunque con los precios que tienen, imagino que turistas y poco más. Se debe sentir uno como Charlton Heston en "El Ultimo Hombre Vivo".
Interesante paseo.Sigue contando
Lo más curioso de la foto del monumento a Santa Sofia es que parece que la santa esta cogida al cable eléctrico o ... será que tiene pinchado el de teléfonos?
Kisses
UNO - Hay más fotos (sin escaleras) con lo cual se quedan en el cajón.
THEODORE - Apenas tuvimos problema en el Starbucks para sentarnos, pedir y descansar. Me llamó la atención la duración de un café: eterno.
DANI - Nos quedan bautizos, romanos, fiestas...
CHEVY - Vista así parece una equilibrista.
me encanta este paseo por Sofia... tiene no obstante un aire de abandono y melancolía...
A ver si aparece algo más de gente en algunas o si nos cuentas como son...
Bueno, las esculturas son muy de la época comunista, muy realistas y ya sabes a la madre trabajadora, a la clase obrera, a los padres de las patria, etc... hacía falta que fuera por allí algún grafitero con un spray plaeado que las veo muy sosas, jaaj
Bezos.
a mí lo que me sigue impresionando es el aspecto de devastación que se mantiene.
ADRIANOS - Melancolía, tristeza... Las gentes allí son muy amables pero tienen el gran problema de la comunicación ya que el búlgaro lo hablan solamente los habitantes de Bulgaria. Con el inglés no todo el mundo se defiende.
THIAGO - Los grafiteros ocupan callejones y no vi ninguna pintada en los monumentos.
DIDAV - Tiempos de gloria pasado que fueron mejores (o por lo menos distintos)
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