Cerca de 30 personas fueron atropelladas la noche de 23 de junio, San Juan, en la estación de Castelldefels por un convoy procedente de Alicante
cuando cruzaban las vías por un lugar indebido. Doce de ellos fallecieron. ¿Quién va a restituir la vida al maquinista que no ha podido frenar el tren y al que han arruinado su vida por un gesto de imprudencia al ver cómo salían despedidos los cuerpos como bolos derribados por una gran bola metálica y a toda velocidad?
9 comentarios:
es una noticia terrible... parece que nunca somos plenamente conscientes de las consecuencias que pueden tener nuestros actos...
ADRIANOS - Pero consecuencias hay, y tristes.
Son los riesgos de vivir, siempre deberíamos considerarlo para poder asumirlo. Un abrazo.
EMEJOTA - Algunos pensarán que el destino esta escrito en el cielo.
Me han molestado sobremanera esta mañana las opiniones de algunos oyentes de la cadena de radio OndaCero que aun querían echar la culpa a renfe, joder, que miedo me dan ese tipo de personas que olvidan que primero está nuestra sensatez y después todo lo demás.
ARGAX - Se dicen muchas tonterías para defender la imprudencia.
Son tristes esas muertes. Casi todas lo son. Pero eso no justifica el buscar otros culpables que no sea su imprudencia.
Ese hombre debe estar destrozado.
besos.
muchos.
envueltos.
Muy bien dicho, Stultifer. Terrible el accidente pero totalmente evitable usando el paso subterráneo y el conductor del tren ¿cómo estará esa persona que ha visto como su máquina hendía a esas personas?
Salu2
JUAN CARLOS - Con toda la tristeza a tantos afectados, pero la verdad es la que es.
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