miércoles, 9 de junio de 2010

Incógnitas


En París, junto al Sena, el viajero desciende hacia las profundidades del metro. Como equipaje lleva una mochila y una botella. Una mochila llena de recuerdos y una botella en cuyo interior se haya el genio que concede tres deseos. El recorrido es largo. ¿Hacia dónde se dirige?

Las vueltas de la vida devienen en que el principio será el fin. Todo es cíclico incluso en el pensamiento. El suelo es el techo y viceversa. ¿Cómo quieres mirar?

Nos cruzamos en la vida. A ras de suelo, a media altura y bajo los cielos. ¿Llegamos a vernos?

12 comentarios:

juanjo dijo...

Algunas veces esos caminos se cruzan y aunque sea por unos instantes, nos vemos

Stultifer dijo...

JUANJO - O nos pasa como en "Los amantes del circulo polar"...

juanjo dijo...

Gran pelicula por cierto

theodore dijo...

Eso pasa por beber a deshoras, qué genio ni genio.

Logan y Lory dijo...

Uno llega a la conclusión de que esta vida se resume en subir y bajar escaleras, constantemente.

Saludos.

Stultifer dijo...

THEODORE - Ni gotita de alcohol, hip, en mi vida, hip.

LOGAN Y LORY - Hay muchas conclusiones que no llevan a ninguna parte.

Thiago dijo...

jaj qué místico te has puesto hoy ,no? hay que llevar siempre mochila y botella o no te dejan entrar?

bezs

Stultifer dijo...

THIAGO - Es que cada vez que abro una botella se me aparece un genio de los deseos. Estoy un poquito harto de tener que buscarles trabajo a los genios.

emejota dijo...

Esta tarde he disfrutado de una macrosiesta gracias a esa copita de más, seguramente. Esta noche veo tus fotos y sigo pensando que son muy buenas, Stultifer. Un abrazo.

Stultifer dijo...

EMEJOTA - Eso es que te apareció el genio de la botella.

Adrianos dijo...

en la mochila un cuaderno para relatos y dibujos, en la botella el espiritu del vino (que ya sabe el trabajo que tiene que hacer :-P)
... los suelos son techos y viceversa... depende de como y donde se mira... y partiendo de distintos puntos de mira apuesto a que nos encontramos

Stultifer dijo...

ADRIANOS - Me gusta cómo camuflas al genio de la botella en el espíritu del vino.