El edificio tiene planta rectangular dividida en cuadrícula con torreones en las cuatro esquinas, capilla y jardines. En su fábrica intervinieron algunos de los más destacados artistas de la Sevilla de Oro como Leonardo Figueroa, que firmó la capilla, o el imaginero Duque Cornejo.
Mediado el siglo XIX, con el comercio indiano definitivamente lejos del puerto de la ciudad que había tenido el monopolio de la carrera de Indias, Antonio de Orléans, duque de Montpensier, lo adquirió para convertirlo en su residencia familiar instalando en Sevilla la que se dio en llamar 'corte chica', que pretendía rivalizar con Madrid dadas las ínfulas del cuñado de Isabel II e hijo del rey de Francia Luis Felipe.
El palacio de San Telmo vivió su momento de apogeo entonces, al igual que Sevilla, en la que los duques se volcaron para reverdecer los laureles de siglos anteriores. Embellecieron el edificio con herrajes, mármoles y un salón de los espejos dignos de un palacio principesco además de mobiliario a tono.
En la fachada oriental, los duques sufragaron la erección de estatuas de Susillo con doce ilustres sevillanos a modo de panteón. Allí están representados Ponce de León, Velázquez, Martínez Montañés, Mañara, Lope de Rueda, Fernando de Herrera, Daoiz, Arias Montano, Murillo, Afán de Ribera y Bartolomé de las Casas.
La Gloriosa de 1868 obligó a desalojar el palacio y a olvidar los sueños de ceñir la corona de España, aunque el pronunciamiento del general Martínez Campo en Sagunto en favor de Alfonso XII, permitió a la familia volver a Sevilla.
Antonio de Orleans no llegó a ser rey, pero sí la quinta de sus hijos, la infanta María de las Mercedes que la copla de Quintero, León y Quiroga identificó con 'la dalia' que cuidaba Sevilla. La Reina Mercedes murió de tifus a los cinco meses de la boda.
Su rehabilitación integral, a cargo del prestigioso arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, ha durado cinco años y ha desatado también una oleada de polémicas. Los conservacionistas le reprochan que haya mutilado las adiciones -en contra de la traza original- que el tiempo había dejado en el monumento. Y la oposición política reprocha el gasto, con lámparas suecas, maderas de roble enrollado, mármoles de Carrara y una ejecución de obra impecable.
Ahora, el edificio ha recuperado todo el esplendor de los Montpensier, que de largo llegaron nunca a soñar en invertir los 50 millones de euros que la Junta ha destinado al palacio. Por fin hemos recuperado un patrimonio que estaba a punto de tener la categoría de ruina.
El palacio de San Telmo vivió su momento de apogeo entonces, al igual que Sevilla, en la que los duques se volcaron para reverdecer los laureles de siglos anteriores. Embellecieron el edificio con herrajes, mármoles y un salón de los espejos dignos de un palacio principesco además de mobiliario a tono.
En la fachada oriental, los duques sufragaron la erección de estatuas de Susillo con doce ilustres sevillanos a modo de panteón. Allí están representados Ponce de León, Velázquez, Martínez Montañés, Mañara, Lope de Rueda, Fernando de Herrera, Daoiz, Arias Montano, Murillo, Afán de Ribera y Bartolomé de las Casas.
La Gloriosa de 1868 obligó a desalojar el palacio y a olvidar los sueños de ceñir la corona de España, aunque el pronunciamiento del general Martínez Campo en Sagunto en favor de Alfonso XII, permitió a la familia volver a Sevilla.
Antonio de Orleans no llegó a ser rey, pero sí la quinta de sus hijos, la infanta María de las Mercedes que la copla de Quintero, León y Quiroga identificó con 'la dalia' que cuidaba Sevilla. La Reina Mercedes murió de tifus a los cinco meses de la boda.
Su rehabilitación integral, a cargo del prestigioso arquitecto sevillano Guillermo Vázquez Consuegra, ha durado cinco años y ha desatado también una oleada de polémicas. Los conservacionistas le reprochan que haya mutilado las adiciones -en contra de la traza original- que el tiempo había dejado en el monumento. Y la oposición política reprocha el gasto, con lámparas suecas, maderas de roble enrollado, mármoles de Carrara y una ejecución de obra impecable.
Ahora, el edificio ha recuperado todo el esplendor de los Montpensier, que de largo llegaron nunca a soñar en invertir los 50 millones de euros que la Junta ha destinado al palacio. Por fin hemos recuperado un patrimonio que estaba a punto de tener la categoría de ruina.
6 comentarios:
Pues ha quedado xulo...
LAKACEROLA - Si el edificio en el exterior es magnánimo, con el arreglo es una verdadera maravilla.
"Una tarde de la primavera, Merceditas cambio de color, y Alfonsito que estaba a su vera, fue y le dijo ¿ que tienes mi amor?..... Un hermoso edificio.
MONTSE - ¿Donde vas Alfonso XII pobre de tí...?
EStá bonito, espero que Griñán lo disfrute... que me cae bien.
bezos.
THIAGO - Lo disfrutaremos todos. Pienso ir a meterme por sus pasillos.
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