No ensucie mi alfombra roja con su silla de ruedas. Sería el lema de los grandes festivales, o el que quedará para la historia en Cannes.
Sean Marckos sufre distrofia muscular, una enfermedad que le mantiene confinado en una silla de ruedas. Ello no fue un obstáculo para que en 2007 rodase una película, 'De l'autre côté' ('Al otro lado') con su propia productora. Con aquel 'thriller' terrorífico consiguió viajar a Cannes, para participar en el mercado que se organiza dentro del Festival de Cine. Sin embargo, aquella aventura cinematográfica acabó en algo bien distinto, como detalla en su documental 'Just Imagine'.
La película, que todavía se está rodando, cuenta cómo a Marckos se le impidió el acceso a la alfombra roja en dos ocasiones (2008 y 2009), debido a que el director y productor canadiense de origen argentino iba en su silla de ruedas. Según el cineasta, no se tratan tan sólo de los 24 escalones que tienen que superar quienes pisen la alfombra roja del Palacio de Festivales de Cannes. Es también una cuestión de discriminación por imagen.
6 comentarios:
Mas que festival de Cannes deberia llamarse festival de canes.....porque hay que ser muy hijo de perra para discriminar asi a alguien
JUANJO - Es lo que hay y es la sociedad que hemos creado.
sin palabras...
qué fiuerte, pero después de haber trabajado con minus alguna vez, sé que son casi invsibles, pro desgracias
ADRIANOS - "Sin palabras" era el anterior... Este es para gritar.
DIDAC - No son invisibles. Los hacemos invisibles.
Que fuerte me parece.
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