No es un palacio

Si ya sabía yo que estaba confundido. Tanto tiempo en las cuadras para ahora creerme que todo lo que es diferente es un palacio. Cuánta equivocación llevo en mi vida. Nada, que es un hospital.

Además es el Hospital de la Santa Cruz de Toledo. Cuentan las crónicas que un tal Enrique Egas, atendiendo a la política hospitalaria de los Reyes Católicos, que vaya usted a saber qué significaba "hospitalaria" para esos señores, proyectó los hospitales reales de Santiago de Compostela y Granada, y el de Santa Cruz de Toledo, fundado por el cardenal don Pedro González de Mendoza.

Lo más bello, la monumetalidad de la escalera. Alonso de Covarrubias sería el autor de las partes escultóricas y quien la diseñó. Accede desde el claustro (ver última foto) a las partes superiores del edificio, a la que se accede por una triple arquería -medio punto el central, escarzanos los laterales- que recuerda a los arcos romanos de triunfo.

Para ser de 1499 y no existir los chinos tal y como los conocemos ahora con sus tiendas de todo a un euro, gato de la suelte incluido, los obreros de la época se dedicaron a tallar, esculpir y dar forma a la barandilla. Ahora, la pondríamos de aluminio para dar a entender lo modernísimos que somos.

Y este es el claustro donde los enfermos moribundos bajaban a tomar los últimos rayos de sol de sus vidas mientras soñaban lo que hubieran llegado a ser el día de mañana si no les hubiera afectado la tuberculosis. ¡Vida ésta!

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