Cada día del mes de Ramadán, al filo de las siete de la tarde, Oriente Próximo experimenta una sutil transformación. Las aceras se vacían de peatones y las carreteras se llenan de coches conducidos por hombres y mujeres presurosos por llegar a sus hogares y romper el ayuno. Tras permanecer sin comer ni beber durante las largas horas diurnas, la deliciosa acumulación de comida en la que consiste el iftar, la cena que pone fin a la abstención de ingerir alimentos, se antoja una alucinación. No lo es: es tan real y apetitoso que origina muchos empachos y supone una fuente de problemas para los diabéticos y también para los invitados occidentales, que no ayunan por el día. Pero nadie, absolutamente nadie, dice 'no' a una invitación a un iftar.
lunes, 21 de septiembre de 2009
El último iftar
Cada día del mes de Ramadán, al filo de las siete de la tarde, Oriente Próximo experimenta una sutil transformación. Las aceras se vacían de peatones y las carreteras se llenan de coches conducidos por hombres y mujeres presurosos por llegar a sus hogares y romper el ayuno. Tras permanecer sin comer ni beber durante las largas horas diurnas, la deliciosa acumulación de comida en la que consiste el iftar, la cena que pone fin a la abstención de ingerir alimentos, se antoja una alucinación. No lo es: es tan real y apetitoso que origina muchos empachos y supone una fuente de problemas para los diabéticos y también para los invitados occidentales, que no ayunan por el día. Pero nadie, absolutamente nadie, dice 'no' a una invitación a un iftar.
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8 comentarios:
Bueno, que les aproveche, cari... Si ellos creen que ayunar todo el día y por la noche ponerse morados pues muy bien. Es como lo nuestro de no comer carne ciertos dias, salvo que pagues una bula, claro, entonces te puedes atiborrar...
ay, las religiones, ¿pq jugarán con las cosas de comer?.
Bezos.
con un paisaje tan bello y un ambiente tan acogedor, como decir que no?
hiago Allí es igual. Si no respetas el ayuno debes dar una limosna. Es cambiar el hábito alimenticio. Nosotros comemos de 7 de la mañana a 10 de la noche (14 horas) y ellos han comido de 7 de la tarde a 4 de la madrugada (9 horas). De hambre no moriremos aunque jueguen con nuestras comidas.
gad Y la tranquilidad interior...
Leyendo el artículo completo, se hace la boca agua. Qué platos más ricos, no?
Con lo que juegan las religiones es con las cosas de meter, eso sí que es terrible.
Me parece a mi que las religiones juegan con demasiadas cosas.
En todo caso, siempre es bueno conocer con que juegan en otras latitudes.
Carpe Diem
El escenario bien vale un ayuno...
Un abrazo.
después de tanto ayuno deben estar sin poder subir ni las escaleras
theodore Realmente ahora que acabó el ramadan ya pueden jugar con las cosas del querer y del meter.
cosecha La religión es un juego donde ellos siempre ganan.
logan y lory Las decoraciones siempre nos engañan.
didac Tras ayunar, comer y reposar.
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