Benagalbón. Málaga

Tiene cerca de 1.000 habitantes y uno de ellos pensó un día lo importante que era acondicionar la escalera de entrada a la iglesia con una rampa. Dicho y hecho: acondicionada la rampa. Sólo que se olvidó de acondicionar también los últimos dos escalones de acceso. Pero bueno, como son pocos los vecinos y seguro que se conocen todos, si algún día se da el caso, imagino que todos colaborarán en ayudar para sortear ese obstáculo.

Tiene una plaza con dos bares. Uno, el de siempre, del pueblo, y otro algo más moderno y muchísimo más caro. Cuando se celebra en concurso anual de verdiales, en la plaza se muestran artesanías realizadas por la asociación de mujeres. Unos trapitos que quitan el hipo.

Pero lo que no le faltan son flores, macetas, adornos, limpieza y amabilidad. Si en algunos lugares se otorgan premios de engalanamiento de calles, en este caso el premio debería ser para todo el municipio.En el siglo XV Benagalbón era una alquería con torre de defensa distanciada del litoral como una legua, situación que le benefició al ordenar los Reyes Católicos al final de la conquista que los mudéjares no podían residir a menos de cinco leguas de la costa como medida preventiva de posibles acuerdos de éstos con los norteafricanos. Los que no quisieron abandonar sus propiedades se trasladaron a Benagalbón, lo que incrementó su censo.

Benagalbón fue fundado, por miembros de una tribu bereber, los Galb-un, que introdujeron su técnica en la agricultura creando nuevas fuentes de riqueza con la explotación de la vid, especialmente vino y pasa. Durante el reinado de Carlos III se construyó la Casa Fuerte de Bezmiliana y se mejoraron los caminos consolidando a Benagalbón como un núcleo urbano que el presbítero García de la Leña lo relaciono entre los catorce más importantes de la Axarquía en aquella fecha (1789).

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