viernes, 16 de abril de 2010

La publicidad

Cuatro de la tarde. Suena el teléfono fijo en una casa. El propietario, que estaba durmiendo la siesta, se levanta sobresaltado a coger la llamada. ¿Diga, quién llama? Buenas tardes, le llamaba para informarle de las ventajas del nuevo ADSL de la empresa X...

Esta escena, muy repetida a la par que aborrecida en la mayoría de los hogares españoles, podría pasar a mejor vida en breve, gracias a la aprobación el pasado diciembre de la Ley de Competencia Desleal y Publicidad, que regula, entre otros aspectos, el spam publicitario.

Otra de las opciones que tienen los consumidores para ejercer el derecho de oposición es la lista Robinson, que lleva en funcionamiento 17 años. Cualquier particular interesado puede darse de alta en ella de manera gratuita rellenando un formulario en el que hay que especificar por qué canal (teléfono, sms, correo postal o electrónico) no se desean recibir comunicaciones publicitarias.

7 comentarios:

Lakacerola dijo...

¿Se pueden especificar todos, o sea, no quiero publicidad ni por telepatía?

Stultifer dijo...

LAKACEROLA - Yo me apunté en la Robinson. No sé si me llaman más o menos. Depende si estoy más o menos en casa escucho el teléfono.

♥ Ana ♥ dijo...

Oh. qué bonitas escaleras de regaliz!

Stultifer dijo...

ANA - En eso radica la publicidad: en que entra por los ojos.

Uno dijo...

¿Me puedo fiar entonces de esa lista Robinson? ¿No será un medio de conseguir direcciones y teléfonos para brearte a mensajes?

Stultifer dijo...

UNO - Jamás te diré que te fies de algo o de alguien. Yo he transmitido una información.

Adrianos dijo...

la publicidad está en todas partes... y las listas creo que no sirven. Yo a todos estos digo "Perdón, no me interesa" y cuelgo...